Sismo Gallery / FUNDAMENTAL
- 24/05/2016
Por Francisco Saldaña - 20/02/2014
“La moda puede llegar a ser
un reto intelectual apasionante “
Gilles Lipovetsky*
Como seres sociales tenemos la necesidad de interactuar a diario con una multiplicidad de personas que varían en estilos, formas de pensar, cultura, etc. Esta diversidad, como individuos, puede llegar a ser apabullante; enfrentarnos cada día a la mirada de personas desconocidas, miradas que juzgan, que observan, que barren…es justo ahí donde la moda juega un papel fundamental en nuestra vida…y pensar que en ocasiones se le acusa de frívola.
El acto de vestirnos es un acto consciente que se lleva a cabo de acuerdo con la actividad que vayamos a desarrollar y las personas con las que estaremos interactuando o de las que estaremos rodeados. De esto depende que muchas veces el esmero sea mayor o menor. Cuántas veces no hemos dado vueltas y vueltas en nuestra mente pensando qué saco ponernos o si el tono de negro de nuestro pantalón es el correcto, y no es sólo un acto frívolo o una vanidad exagerada, no; tiene que ver con la impresión que dejaremos en las personas con las que nos relacionemos, ya que la ropa, nos guste o no, es el primer punto de contacto que la sociedad tiene con nosotros, con lo que queremos proyectar, con lo que somos o deseamos ser. Da demasiada información, muchas veces más de la que nos gustaría.
Recordemos que al inicio de la burguesía, la ropa servía como elemento de distinción y testimonio de la clase social y el poder económico. Después ya no sólo de eso sino también del nivel cultural y el buen gusto, poco después como instrumento de rebelión en los jóvenes. Y así, la ropa ha sido un instrumento muy poderoso incluso en relación con el cuerpo y la desnudez.
Es aquí donde empieza la frontera que delimita a la indumentaria del fenómeno de la moda, donde una simple prenda que cubre y protege se convierte en parte de nuestra identidad. A pesar de que la moda nos ayuda a construir nuestro ser y a comunicar una parte de nosotros a los demás, el lenguaje de la ropa hoy en día se ha vuelto un código débil, a diferencia de cuando en siglos pasados un panadero se distinguía de inmediato de un miembro de la aristocracia. Aún así, la moda sigue comunicando mucho de lo que somos.
Es por esto que el fenómeno de la moda tiene un impacto tan profundo en nosotros como individuos y como sociedad. No hay nada más cercano a nosotros que lo que vestimos, de ahí su importancia y la necesidad de comprenderla; la ropa se convierte en nuestra segunda piel y, al igual que ésta, es parte de nosotros y nos define. Muchas personas podrán decir que esto es dar demasiada importancia a algo superfluo, o quizás que es muy romántico verlo de ese modo, que ellos no ponen atención en esas frivolidades y no se preocupan por cuidar ese aspecto o por que combine una prenda con otra…y justo eso los hace parte de la Moda, justo ese acto los está definiendo y está comunicando parte de su personalidad, de su identidad. La ropa nos es tan cercana que, tanto si la aceptamos como si la rechazamos, forma parte de nosotros y al tratar de huir de ella sólo nos acercamos más, estemos conscientes o no, lo queramos o no.
*http://filosofianews.blogspot.mx/2011/05/gilles-lipovetsky-filosofo-la-moda.html
NOTAS RELACIONADAS
LO MÁS LEÍDO.