Arturo Ortíz Struck
- 17/08/2012
Por portavoz - 01/09/2012
Nunca había experimentado los celos y siempre los he concebido como un concepto negativo. Hoy que los vivo lo comparto abiertamente y supongo que al hacerlo se disminuye el peligro de caer en los terrenos oscuros de la envidia. Cuántas veces no hemos sido inspirados por el arte, el diseño o la arquitectura y posteriormente, cual resaca, sentir una gran depresión que termina en una sola frase: “Damn I wish I thought of that”.
El mundo creativo está lleno de inspiración y es el detonante cotidiando para seguir colocando metas en el día a día. Imágenes, palabras, espacios e historias sucediendo al mismo tiempo como el Aleph que nutre el quehacer y provoca los momentos más agradables del día. Sin embargo uno debe admitir que hay lapsos en los que uno quisiera estar en los zapatos del otro. Todos tenemos alguna vocación “frustrada” que quisieramos satisfacer aunque sea por un instante, pero siendo realista, no todo se puede hacer en la vida ni podemos ser el contenedor de todo lo que admiramos. También a otros se les ocurren cosas… pero no es tan grave si se canaliza de una forma positiva y de ahí la idea de compartirles éste blog que me parece muy acertado: The Jealous Curator. No hay duda de que hoy estoy celoso del celoso, pero las horas que he recorrido sus selecciones han sido muy placenteras. Ojalá se me hubiera ocurrido a mi, pero como no es el caso, hay que darle crédito a quien lo hizo y aprovechar la curaduría que quizá nos perderíamos si no existieran buenas ideas en todas las cabezas. En fin, aquí les dejo una extensa colección de arte que inspira y deprime como bien escribe The Jealous Curator.