Tradición y sustentabilidad

Por - 30/08/2016

Fundado en 1946 por trabajadores de una mina dentro de esta región, los pocos pobladores de esta localidad obtuvieron en 1963 el reconocimiento y la asignación oficial de un territorio; en la cámara de diputados del estado oaxaqueño se decidió cambiar el nombre de Río Plumas, (nombre del río que atraviesa el poblado) por el de “Pensamiento Liberal Mexicano” (PLM). Se encuentra enclavado en las montañas de la Sierra Madre del  Sur, dentro del Distrito de Zaachila. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), esta población formada por 150 familias es parte de la lista de comunidades en muy alta marginación.

 

La historia y costumbres en PLM son únicas, muy diferentes a lo que se podría imaginar de un pueblo tradicional enclavado en la sierra de Oaxaca: no se consideran un pueblo indígena, no hablan ninguna lengua autóctona, no tienen un Santo-patrón, no tienen una iglesia principal sino cuatro diferentes (católica, israelita, cristiana y adventista). La fiesta del  pueblo es en honor a Benito Juárez; sin embargo conservan la estructura organizacional de un pueblo originario basado en usos y costumbres, en donde el sentido de pertenencia a la comunidad es el eje principal. Gracias a esta estructura han logrado un adecuado manejo de los recursos naturales que están su alcance.

 

Las familias de PLM subsisten en su mayoría gracias al campo y trabajos jornales, el clima favorece el crecimiento de árboles frutales, tanto que cada temporada queda un excedente que usan para su beneficio económico al venderlo en el mercado de Zaachila. Parte de ese excedente no se aprovechaba óptimamente y se desperdiciaba así que CAMPO A.C. (Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño) sugirió hace 10 años que con el excedente de fruta se realizaran conservas, esta organización apoyó y capacitó a la Cooperativa “Río Plumas” formada por 15 familias del PLM en el aprendizaje de la elaboración de este tipo de productos y más tarde se volvió necesario el planteamiento de un Centro Microregional de Tecnologías Sustentables (CMTS).

 

El CMTS se gestionó desde CAMPO A.C. que buscó el apoyo de una organización internacional sin fines de lucro (Archintorno, con sede en Italia), y ésta a su vez la participación de la Facultad de Arquitectura de la UNAM; en total estuvimos involucradas 25 personas en la investigación, diseño y construcción del CMTS, los alumnos fungimos como constructores codo a codo con los integrantes de la cooperativa y en un periodo de tres meses logramos realizar no solo un edificio, sino que dotamos a la comunidad de un espacio para la cooperación y desarrollo económico. Además el proyecto se gestó en colaboración con la Universidad de Torino y el Taller Max Cetto de la UNAM donde formó parte de los proyectos que sentaron las bases para crear un Seminario de titulación llamado “Colectivo Universitario de Arquitectura Aplicada” que dirige el arquitecto Álvaro Lara.

 

 

El espacio logrado fue resultado de la investigación sobre los habitantes y su forma de vida en el cual aplicamos las siguientes líneas de diseño sustentable:

 

  • Uso de técnicas constructivas tradicionales (tapial): parte de la población prefiere construir una casa de tabique porque para ellos representa una mejoría en la estabilidad estructural de cualquier edificio, sin embargo muchos de ellos no cuenta con los recursos necesarios para realizarlo por lo que la tierra apisonada mediante la técnica constructiva del tapial representa una alternativa sostenible para futuras viviendas porque el recurso material se consigue fácilmente en la región.

 

  • Uso de recursos materiales de la región: cada familia de la comunidad tiene derecho a dos árboles maderables para uso propio y no comercial, poco más de la mitad de los miembros de la cooperativa Río Plumas donaron un árbol para la construcción.

 

  • Multifuncionalidad del espacio destinado a dos actividades que son medulares para el impulso económico de la cooperativa y la comunidad: Un taller de conservas para el manejo de fruta excedente y un taller de lombricultura (uso de lombrices en la transformación de desechos orgánicos) para generar el abono alternativo al uso de fertilizantes químicos. Además el salón de usos múltiples se diseñó para ser utilizado por diferentes cooperativas como panaderos y costureras así como para la realización de eventos y reuniones de interés para la comunidad.

 

  • Introducción de ecotecnias como el “baño seco” ya que el mal uso de letrinas en la comunidad ha causado problemas de salud, por esto se buscó que el CMTS tuviera un baño libre de uso de agua en drenajes como una tecnología fácilmente asequible y replicable por las familias de PLM.

 

  • Fomento de la autoproducción y el autoconsumo mediante un invernadero que impulsará la siembra de hortalizas para beneficio interno de PLM cuyas familias han enfrentado problemas de salud pública como la anemia infantil.

 

En el Colectivo Universitario de Arquitectura Aplicada, antecedente natural del Consultorio de Arquitectura Práctica, consideramos que nuestra profesión tiene que ser el reflejo de su contexto socio-cultural, y en palabras del arquitecto Enrique Ortiz: “el oficio de la arquitectura debe estar centrado en las comunidades y la gente concreta, en sus necesidades y sus sueños, pero fundamentalmente en los saberes, habilidades y recursos que constituyen su herencia histórica y cultural”.

 

 

Por Cipactlic Casas Cruz

Arquitecta por la Facultad de Arquitectura de la UNAM

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