Hay eventos en la vida que resultan impostergables, vocaciones que nos acompañan y que no necesariamente son el resultado de un título profesional. El Arq. Lucio Muniain ha tenido diversas debilidades en la vida y la música se ha convertido en una de sus grandes pasiones. En particular el jazz, que como explica el mismo Lucio, es la única experiencia que para él puede darte una verdadera “bofetada” y marcar tu vida para siempre. En consecuencia Lucio decidió estudiar de manera mas formal el contrabajo y desarrollar su elemental conocimiento sobre el instrumento con clases que le permitieran adentrarse en el solfeo y en una técnica diferente a la del autodidacta. Aquella decisión lo llevó hasta el Conservatorio Nacional de Música, en donde pidió informes para inscribirse y la respuesta no fue favorable. La edad era el principal obstáculo, ya era demasiado tarde. “La formación de un músico debe comenzar desde los cuatro años…” Quizá ese era el camino ideal, la forma ortodoxa de llevar a cabo una carrera, pero no la única. Obviamente aquella persona que informaba a Lucio ignoraba que Van Gogh comenzó su carrera como pintor a los 32 años y que cambió el rumbo de la historia del arte. Sin embargo, cuando la pasión por algo tiene la efervescencia tal como la que describe Lucio, uno no se derrota con las palabras de quien está detrás del mostrador. Acto seguido, Muniain caminó en sentido contrario a la salida y con el instrumento al hombro recorrió cada una de las aulas hasta encontrarse con las notas graves de un contrabajo en acción. Esperó hasta que la sesión terminara y solicitó clases al profesor en turno. Fue ahí donde inició su carrera formal como contrabajista y al cabo de un año, con mayor seguridad en si mismo, decidió continuar su camino y formar parte de la banda Another. Metas cumplidas que han resultado en la grabación de algunos discos con la banda, así como también en colaboraciones como Adaptations from the Moon, album compilatorio y tributo a la legendaria banda Tuxedo Moon. Eventos fáciles de contar y sin embargo no son metas sencillas para cualquier músico. Lucio está satisfecho consigo mismo y va dando pasos firmes en la música, en donde próximamente continuará su formación al lado de Cachaíto, contrabajista con una tradición familiar que ha pisado los mejores escenarios a nivel mundial.
Para algunos siempre existirá el deseo de mencionar que “el que mucho abarca, poco aprieta”, y que no es viable ser arquitecto, músico y pintor, pero… Lucio Muniain es la prueba. Su virtuosismo radica en no regodearse en el número de oficios que practica, sino en la libertad de vivir haciendo lo que le gusta.
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fotografías: cortesía Lucio Muniain