Obra en Obra: Fernando Palomar
Jimena Hogrebe - 26/07/2016
Por Jimena Hogrebe - 06/09/2016
“I have several times tried to think of an apartment in which there would be a useless room, absolutely and intentionally useless. It wouldn’t be a junkroom, it wouldn’t be an extra bedroom, or a corridor, or a cubby hole, or a corner. It would be a functionless space. It would serve for nothing, relate to nothing.” Esta cita de George Perec fue la frase que Tom Chamberlain eligió para acompañar su intervención en Obra en Obra, la penúltima de esta primera edición. “This is some kind of attempt to reach towards the elusive in the soon to be domestic”, mencionó sobre su participación.
El artista creó tres especies de espacios. En la planta baja esparció arena pintada dentro de un hueco al centro del cubo de escaleras. Al encontrarse exactamente bajo el tragaluz, los colores en la arena emergían según la luz se modificaba a lo largo del día. En momentos de iluminación intensa, los tonos rojizos y azulados brillaban y contrastaban con los materiales de tonos neutros que tenían alrededor. En cambio, cuando no recibía luz, la arena se percibía oscura, como un hueco profundo hacia la cimentación de la construcción. En el primer nivel, Chamberlain logró transformar el ambiente al opacar el gran ventanal hacia la calle, obstaculizando la vista y modificando la entrada de luz. El espacio se percibió más frío de lo normal. Sobre el vidrio, que parecía estar empañado con una textura semicircular, los visitantes delinearon, con sus dedos, diversas figuras que en conjunto compusieron una especie de mural. Por último, en el segundo nivel, el artista intervino los tres espacios que serán recámaras. Con una mezcla de colores dibujó un círculo perfecto en uno de los muros de cada una. Los tres círculos eran imperceptibles a primera vista, pero aparecían como una especie de arcoíris al moverse por el espacio y con el cambio de luz durante el día.
Las tres formas de intervención eran discretas, había que observar detalladamente para encontrarlas. Esta puntualidad y sutileza ofrecía una visión delicada de la construcción; de cierta forma confrontaban lo burdo de la obra en proceso. Además, respondían específicamente a cada espacio y, sobre todo, a la luz natural que entra en ellos. El ambiente se transformó con el uso del color y la luz.
La experiencia de la intervención, acompañada por las frases iniciales, invitaba a meditar sobre la utilidad de cada uno de los elementos intervenidos, sobre su papel dentro de un espacio doméstico. Invitaba a especular sobre la imprecisión de los espacios hoy en día y su posible indefinición funcional futura.
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