Acerca del libro KINDERWUNSCH de Ana Casas Broda / @AnaCasasBroda
En septiembre de este año se publicó el libro Kinderwunsch, de Ana Casas Broda, por la editorial La Fábrica, España, en colaboración con Fundación Televisa, el Programa a Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del FONCA, el Ministerio de Cultura de Austria e Hydra, México.
Kinderwunsch es un proyecto que deriva en varios discursos que dan forma a un libro y una exposición. Desarrollado a lo largo de siete años, este trabajo se centra en la reflexión sobre la fotografía como un medio contemporáneo ligado a la identidad, la memoria, el tiempo. A través de una exhaustiva y profunda exploración mediante acciones, documentación, y escritura, se aborda la maternidad como una experiencia llena de contradicciones. Kinderwunsch cuestiona la construcción la noción de la infancia, el individuo, y toca temas centrales a la sociedad, como el cuerpo, el desnudo, la sensualidad, la infertilidad, el contacto, el afecto, el deseo, los lazos familiares y el papel de la mujer en el intenso y determinante proceso la maternidad.
La curadora inglesa Susan Bright colaboró con Ana durante varios años en este y otros proyectos. Escribió el ensayo que acompaña al libro Kinderwunsch. Presentamos aquí fragmentos de este texto y algunas imágenes del libro.
Mnemosyne, *Susan Bright (Fragmento)
Cuando nació mi hija, pegué una nota en mi escritorio en la que había garabateado la palabra Mnemosine. Mnemosine era una diosa Titánide, diosa de la memoria entre los griegos. Ella misma fue madre, parió a nueve musas, y presidía el epónimo del estanque en el Hades. El estanque permitía recordar vidas pasadas a aquellos que bebían de sus aguas una vez que se reencarnaban. Como Mnemosine era capaz de recordar todo, era también una divinidad menor del tiempo. Yo necesitaba su inspiración, pues en aquellos primeros días de la maternidad se me escapaba hasta el más sencillo recuerdo. Era como si hubiese visitado el Hades y bebido del río Leteo, cuyas aguas hacen olvidar el pasado y borran todo conocimiento.
La desvanecida nota ha permanecido ahí por cinco años. Suele caerse, pues el pegamento ya no sirve. Sigo pegándola de nuevo. No sé por qué. Cuando me siento a escribir, me golpean las habilidades de Mnemosine, sus características, y también lo presente que se encuentra en Kinderwunsch. La memoria, el recuerdo, el presente, el pasado y el futuro son hechos análogos a la fotografía y juegan un papel vital en el trabajo de Ana Casas. Ana tiene una gran perspicacia sobre el poder del medio, y lo usa como herramienta para desencadenar recuerdos y para consolidarlos en el futuro. Comprende que el tiempo guarda una estrecha relación con la memoria y que en este hecho reside el verdadero poder que el medio encierra. La marea que va y viene entre ambos, y el instante precario en el presente son elementos vitales para comprender los textos y los matices de Kinderwunsch.
El tiempo, lo sabemos, es algo mucho más nebuloso y elástico que su medida en minutos y en horas. Basta pensar en lo que dura un minuto de espera y lo rápido que corre cuando nos acercamos a una fecha límite. Incluso parece mágico cuando el tiempo se suspende, literalmente parece detenerse, en un momento de felicidad pura. La fotografía intenta congelar el tiempo, cuando en realidad rara vez es un hecho estático, por lo que vincularlo a metáforas de la muerte me parece una antítesis. La metáfora de un recién nacido resulta más pertinente. La fotografía siempre está viva, de un modo incesante exige lo nuevo, lo difícil; en flujo constante fuerza a los artistas y a todo el que se involucra a adaptarse, a trabajar en ello. Los mantiene despiertos toda la noche. Aquí me gustaría observar los distintos aspectos del tiempo con los que batalla Casas Broda y cómo se acerca a la fotografía para lidiar con las demandas que se impone a sí misma al ocuparse de sus recuerdos y deseos, y de los momentos cotidianos de la maternidad. Los elementos que residen en el corazón mismo de su proyecto.
Paciente con antecedentes de cuatro años de deseo de tener un hijo (Kinderwunsch).
El proyecto inicia de manera exigente. Una cuenta regresiva. El tic-tac de los años, las horas, los minutos. Un médico dijo a Ana que ella había deseado un hijo durante años. Muchas mujeres se dejan llevar por la angustia al encarar su reloj biológico —lo que significa, literalmente, una carrera contra el tiempo de concepción— al darse cuenta, de manera brutal, que el cuerpo es, en efecto, el que controla a la mente. Un inicio así no es fotografiable, aquí solo podrían funcionar las palabras.
… estoy embarazada. Tengo treinta y ocho años.
Para dar a luz a las nueve musas, Mnemosine tuvo sexo durante nueve noches consecutivas con Zeus. En el caso de Ana, la tarea de quedar embarazada fue menos apasionante; dominada por ciclos corporales, los ritmos, el recuento, los números, las citas y los medicamentos. Planear, tramar y volverse dependiente de los médicos y de sus opiniones. La sensación de sentirse abrumada se mezcla con un deseo tan salvaje que pone en riesgo su relación de pareja. Fotografiar las agujas, la sangre, la espera interminable, contiene emociones y las hizo tangibles, comprensibles. Existe un deseo de controlar el proceso a través de la cámara.
Borré casi todos los recuerdos de mi infancia. Los que quedan están anclados a las fotos de mi abuela.
La fotografía actúa como una máquina del tiempo que zarpa hacia la infancia de Ana. Las fotos originales son esenciales para su viaje. Lo apaciguan. Son amables, fueron tomadas sin intención artística, su ternura brilla a través de su hechura, aun en aquellas que evocan momentos desconsoladores. Muestran amor donde quizás Ana no lo recibió, y muestran también la profundidad de las repeticiones. Las madres bañan a sus hijos. Ana puede convertir el baño en un juego usando leche, pero ella también bañó con dulzura a sus niños cuando fueron bebés tal y como su madre (y su abuela) la bañaron a ella. La añoranza del contacto. El deseo de recordar.
Los recuerdos que se agolpan en el cuerpo. Me quedo quieta, escuchando la voz que habla en mi cabeza. Alerta. Replegada hacia adentro, ensimismada, suspendida entre dos tiempos.
Este proyecto es un delicado acto de equilibrio entre distintos tiempos, ninguno más importante que el otro. En un intento de crear un equilibrio entre ellos, Ana genera trabajo para hacer el viaje tan vital como se necesite. Y necesita arrastrarla al presente. Toma fotografías para que sus recuerdos y el presente se vuelvan reales. Las fotografías aquí son herramienta catártica, suavizando su viaje hacia la maternidad y sosegando su niñez. Forman parte del rompecabezas fotográfico que ayuda a Ana a reconciliar sus recuerdos con sus deseos. Deseos que corresponden tanto a la niña como a la mujer.
Las imágenes hablan también acerca de estar en el presente por corto tiempo, un instante, dejando que las relaciones crezcan y se revelen a través de juegos y fotografías. Hablan además sobre el ser capaces de estar en el presente, de hacer contacto con él. Y como Mnemosine, Ana tiene sus musas. Dos pequeños, en lugar de las nueve fuentes del conocimiento, personificadas. Estos niños son el catalizador y la inspiración. El acto de fotografiar en Ana une la realidad y la puesta en escena. Esto le permite descubrir aspectos de su relación que no serían visibles sin la cámara. Se trata de lo fugaz del tiempo presente y de la conexión, lo que le permite reconciliarse con los recuerdos más difíciles a la vez que conectar con sus niños y disfrutar el presente. La fotografía puede ser una herramienta imperfecta y las expectativas que Ana coloca en ella pueden ser, a veces, poco realistas. Ella lo sabe. Por eso tiene que escribir también. Sus palabras son urgentes, dan impulso y ordenan a las fotografías. Ambos lenguajes se apoyan entre sí; las palabras llenan los espacios en blanco, cuando no hay fotografías; las fotografías, por su parte, expanden las palabras. Kinderwunsch solo puede existir en la unión de las palabras y las fotografías. Ambos lenguajes entretejen el pasado, el presente, los recuerdos, el deseo y el amor.
Así que finalmente, cinco años después de garabatear Mnemosine en una nota y pegarla sobre mi escritorio, me ha inspirado a escribir esto. Tal vez cumplió con su cometido, no del modo que los mitos sugieren, sino en una forma tranquila: esperó el momento justo en que podría serme útil. Kinderwunsch podrá ser algo muy específico para Ana y su vida, pero trasciende lo personal para ser universal. Como la mejor fotografía, este proyecto no solo le permite a ella contemplar quién es y por qué, sino que también a nosotros nos ofrece un espacio para reflexionar y tejer nuestras experiencias personales, los recuerdos, las fantasías y sus narrativas. Quizás sea hora de quitar la nota.
traducción: beatriz novaro
*Curadora y escritora. Reino Unido, Londres, curadora de la Association of Photographers y como directora de la colección MA. Photography, histórica y contemporánea del Sotheby´s Institute, Londres. Sus exposiciones recientes incluyen: Home Truths: Motherhood and Photography, The Photographers Gallery and The Foundling Museum, London (2013- 2014); Something Out of Nothing, Fotogalleriet, Oslo (2007); How We Are: Photographing Britain (co-curada con Val Williams) Tate Britain, Londres (2007); y; Face of Fashion, National Portrait Gallery, Londres (2007). Para todas las exposiciones se ha publicado un libro que las acompaña. Sus libros incluyen: Art Photography Now y Autofocus: The Self Portrait in Contemporary Photography, ambos publicados por la editorial Thames and Hudson, UK.; Face of Fashion, NationalPortrait Gallery, 2007, también publicado por Aperture (USA). Escribe sobre fotografía para periódicos y revistas entre las que se incluyen Aperture, Source, Ojodepez y Foam entre otras. Regularmente imparte conferencias en museos y universidades internacionalmente y es profesora en la facultad The School of Visual Arts (SVA) en Nueva York, USA. Actualmente está realizando un doctorado en Curating at Goldsmiths College (University of London) y sera una artista en residencia en el Art Institute of Boston en la Lesley University en la primavera del 2014. Recientemente realizó la curaduría del libro y exposición Home Truths – Photography, Motherhood and Identity, que se expone hasta enero 2014 en Photographers Gallery, Londres, Reino Unido, y publicado por Art Books. Incluye la obra de: Janine Antoni, Elinor Carucci, Ana Casas Broda, Fred Huning, Leigh LeDare, Tierney Gearon, Miyako Ishiuchi, Ann Fessler, Annu Palakunnathu Matthew, Katie Murray y Hanna Putz.