Resisting the Present, mexicanos en Francia
portavoz - 22/05/2012
Por Ariel Rojo - 28/11/2013
Después del Abierto Mexicano de Diseño los participantes de este festival dejaron claro que hay una industria creativa potente y en crecimiento en nuestro país. En este evento se presentaron proyectos muy diversos, desde recorridos arquitectónicos, presentaciones de libros, talleres, conferencias, entre otros. La mayor parte de las exposiciones fueron presentaciones de nuevos productos, un gran número de estos objetos fueron diseñados y producidos por los mismos diseñadores. Este es un nuevo sector productivo que seguramente comenzará a crecer exponencialmente en nuestro país. Ante una enorme población de estudiantes y diseñadores recién egresados, esta manera de hacer y producir diseño aparenta ser una forma practica para generar auto empleo en el caso de los diseñadores y empleo directo en el caso de los diferentes talleres de transformación que se vean involucrados en el proceso, es decir, carpinteros, costureras, radiotécnicos, ceramistas, herreros, etcétera. Solo debemos de tener cuidado con las apariencias, si bien esta manera de trabajo se visualiza como una solución inmediata y tangible, también se vuelve un arma de doble filo. Por un lado provoca el auto empleo y la producción de bienes con cierto valor y calidad, así mismo ofrece una curva de aprendizaje, aunque muy costosa y lenta. En contraparte la falta de experiencia en los jóvenes diseñadores puede mermar su potencial y ofrecer productos con poca calidad en su diseño y manufactura, limitándolos a un crecimiento muy lento y costoso en la mayoría de los casos.
Personalmente no estoy tan de acuerdo con esta cultura emprendedora forzada que en algunas universidades fomentan. Yo hubiera sido muy feliz si a mis 23 años una empresa o un despacho de diseño me hubiera contratado para diseñar durante 8 horas. Sin embargo en aquellos años no había muchas opciones en donde trabajar por lo que ser emprendedor fue el resultado de un contexto que ofrecía pocas opciones. Mas allá de ser una decisión en mi caso creo que fue una circunstancia el tener que emprender.
Al ser este un modelo exitoso en su época y con condiciones muy específicas, ahora algunas instituciones educativas piensan que lo mejor es hacer diseñadores y empresarios al mismo tiempo, pero esto resulta muy riesgoso por la falta de experiencia en los jóvenes. Solo 1 de 10 proyectos incubados en las universidades es exitoso, sin embargo estas instituciones empujan al 100% de su matricula a ser emprendedores. El problema no es el interés “noble y auténtico” por procurar un modelo de desarrollo económico para sus estudiantes, el problema es que en muchos de los casos estos estudiantes ya están endeudados por el costo de la universidad y no siendo suficiente ahora estas instituciones los incitan a adoptar una deuda entre 300,000 y 500,000 pesos para montar una empresa “changarro herencia de las políticas Foxistas” en donde solo el 10% sale a flote. No considerar la deuda del otro 90% no solo es un acto de irresponsabilidad e ineficiencia, también es entorpecer el desarrollo de este grupo que se queda mermado y minimizando en su potencial creativo.
Necesitamos aprender a colaborar no solo multidisciplinariamente, también de manera intergral. El talento existe en todas las generaciones, la experiencia no y esta es la que debemos de compartir si queremos tener un crecimiento constante como nación en vez de tener destellos fortuitos de éxito. Debemos de comprender la transición generacional en nuestra economía como un proceso cíclico, entender que en las transiciones existen momentos de empalme, momentos en donde debemos de abrir nuestros espacios a los jóvenes para que adquieran experiencia de manera eficiente utilizando las plataformas existentes en vez de obligarlos a crear desde cero algo que les va a generar muy poco. Por otro lado los jóvenes deberían de ver a las generaciones mayores como aliados en vez de verlos como enemigos a los cuales hay que robarles el botín. Señores hay para todos, Gandhi decía “En este mundo hay para las necesidades de todos, pero no hay para las ambiciones de algunos”
Nos encontramos en un momento que nos ofrece una oportunidad única, tenemos en nuestras manos el detonador de un boom Económico, Social y Cultural en nuestro país y solo se activará cuando comprendamos que México es un proyecto de todos. Jóvenes ancianos, políticos, empresarios, científicos, estudiantes, etc. Apoyemos todas la iniciativas que ayuden a la transformación positiva de este país y por qué no de manera global. Compartamos los espacios y canales que cada quien tiene con su propia capacidad para fomentar el crecimiento del otro.
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