El trabajo de autorretrato a través de la fotografía es un gesto generoso de quien lo practica porque implica exponerse, evidenciarse, compartir la historia personal sin veladuras. El cuerpo y el rostro dejan de ser coraza porque se exhiben como objeto central de las piezas. En el caso de Ana Casas la revisión de sí misma no deja recovecos pues explora a profundidad su identidad. A través del autorretrato de desnudo, de imágenes que incluyen familiares e hijos, Ana no deja nada a la imaginación. Con la misma generosidad nos abrió las puertas de su casa/estudio y nos compartió sus experiencias, anécdotas y pasajes de vida que han conformado su cuerpo de trabajo. Ésta es la forma de contar su historia:
Ana Casas Broda
Por - 01/12/2011