Los festejos del Centenario y Bicentenario en México fueron polémicos por lo efímero de los eventos y por el gran gasto público en un contexto que poco ameritaba festejar. Hubo quienes disfrutaron del desfile y otros eventos en el marco de las celebraciones pero al cabo del tiempo no quedaron muchas huellas de lo sucedido. El Bicentenario nos dejó una obra conmemorativa que aún sigue en proceso de construcción, nos quedó el recuerdo de los fuegos artificiales, de un grito un tanto desangelado y coreografías que dejaron mucho que desear. Sin embargo, hay ciertos destellos positivos que se pueden rescatar y uno de gran valía fue la remodelación en torno al Monumento a la Revolución. No cabe duda que en ese caso podemos hablar de una recuperación del espacio público de una forma inteligente y duradera. Por años, el Monumento fue abandonado y la Plaza de la República fue ganándose una mala reputación como zona de peligro. Hoy en día eso ha dado un giro radical y la gente ha regresado a vivir la plaza de una forma diferente y también a reconocer el Monumento a la Revolución. Fue muy afortunada la decisión de incluir en el programa de remodelación una cafetería, la reestructuración del museo así como el polémico elevador que permite a los asistentes subir al mirador. Cuando uno está ahí, se nota el cuidado que se le puso a los detalles, desde el diseño de las rampas de acceso hasta el diseño de la cafetería y el mobiliario urbano.
Por invitación del grupo MyT, encargados del proyecto de tienda/cafetería, logística de accesos y desarrollo de mobiliario, Ariel Rojo participó como diseñador de las bancas del Monumento a la Revolución usando de inspiración los ferrocarriles mexicanos. Dichas bancas están utilizadas tanto en la cafetería como en el área del mirador y logran una armonía ideal. Están hechas de aluminio fundido e incluyen una reinterpretación del logotipo del Monumento a la Revolución en el perfil. Así mismo, se diseñaron unas placas que incluyen nombres de personas, fechas y lugares alusivos a la Revolución que funcionan como la barra de servicio de la tienda/cafetería. El proceso de diseño tuvo una duración de 2 o 3 meses en los que se hicieron pruebas del material y su resistencia para soportar el peso de los usuarios. Para ello, Ariel Rojo y sus colaboradores realizaron diversas maquetas que les permitieron afinar cada detalle en términos de diseño, ensambles y resistencia. De todos estos procesos hubo un registro por parte del estudio de Rojo, el cual estuvo expuesto de forma temporal dentro del monumento.
El Monumento a la Revolución es un destino que debemos redescubrir y visitar ya que es un espacio público de gran valor y además se puede aprovechar la visita para conocer la excelente oferta gastronómica en las calles aledañas.
Horarios y Tarifas:
40 pesos / 20 pesos (estudiantes, maestros y adultos mayores)
Mirador, Café Adelita y Tienda.
Martes a Jueves: 10:00 a 18:00 hrs.
Viernes y Sábado: 10:00 a 22:00 hrs
Domingos y días festivos: 10:00 a 20:00 hrs.
Miércoles: Libre
fotografía: Alejandro Cabrera