La culpa es...

Por - 06/06/2013

La culpa es del gobierno… acostumbrados en México a que las responsabilidades no son nuestras, sino que normalmente son de otros, culpar al gobierno en turno se ha vuelto deporte nacional. Pero como diseñadores, arquitectos o creativos a veces no nos damos cuenta que la diferencia la hacemos nosotros mismos.

Sería importante pensar cuántos problemas relacionados con nuestra disciplina tienen que ver 100% con uno mismo y cuántos realmente son problemas externos. En realidad somos nosotros los responsables en relación con el entorno y las acciones que hagamos para modificar esos supuestos problemas. ¿Por qué en tiempos de crisis hay gente trabajando de manera honesta que le está yendo muy bien?, seguramente porque está haciendo algo diferente a su competencia.

Constantemente me preguntan ¿cómo le has hecho? o ¿cómo puedo hacer para que mi profesión me dé frutos y satisfacciones?, y la realidad es que no hay una fórmula mágica, la pregunta puede deberse a que en las facultades y universidades lo último que enseñan es cómo cobrar tus servicios, o cómo administrar tu tiempo y tus finanzas.

En verdad pienso que para cualquier profesión que pretenda hacer de su carrera u oficio un negocio rentable, tendrá forzosamente que convertirse en una suerte de empresario, incluso la persona que tenga un puesto de tacos si quiere que su negocio crezca y le dé más recursos económicos, tendrá que profesionalizar su servicio, administrar su negocio, contratar y capacitar gente y pedir posiblemente un crédito, así es la cadenita para tener un negocio exitoso.

Si este ejemplo se aplica para una taquería, cuánto más se podría aplicar para un despacho de arquitectura o de diseño.

Como diría el Arquitecto Sergio Corian, experto en marketing practico para arquitectos y diseñadores: Nadie tiene el trabajo que alucina tener sólo por quererlo, mas bien no lo tiene simplemente por que no lo busca”. Yo entiendo por “buscar “: hacer que las cosas pasen, hacer equipo, llamar al cliente al que le queremos ofrecer nuestros servicios, enviar un portafolio de trabajos, presentarse personalmente, buscar a alguien que tal vez conozca al que podría contratarnos. Si se tiene una motivación, un por qué, un para qué y lo mas importante, un plan para hacerlo, seguramente las cosas sucederán.

Históricamente los proyectos interesantes en México se han hecho de esta manera. Las Olimpiadas Culturales gestionadas por el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, premios de diseño tales como el Quorum, exposiciones como Rethinking Traditions, curada y gestionada por Ana Elena Mallet, quién también gestionó y organizó el Destination Design Mexico en el Museo MoMA de Nueva York, colectivos de diseñadores como ETZprime, NEL, y el más reciente PANÓRAMICA. Todos estos ejemplos se vieron realizados primeramente por un sueño para el que se buscó la manera de materializarlo con acciones concretas.

Esto no quiere decir que como diseñadores y creativos nos tengamos que rascar siempre con nuestras propias uñas. No, al contrario, debemos buscar los apoyos gubernamentales que existen y que muchas veces se pierden por no pedirlos o por el desconocimiento de su existencia; el caso de las becas para estudiar en el extranjero brindadas por el CONACYT, o el apoyo para exportar o para exponer en otros países que brinda PROMEXICO. Muchos de estos apoyos además son a fondo perdido y que el gobierno, con la finalidad de que México se promueva, los genera y los ofrece a quien los solicite.

En este país estamos más acostumbrados a culpar que a buscar en nosotros las acciones que hagan la diferencia. Como diseñadores, arquitectos o creativos debemos preguntarnos ¿qué tenemos de distinto a otro que ofrece el mismo servicio?. ¿Qué tengo yo para vender para que a alguien le valga la pena pagar buen dinero por mis servicios?.

Además debemos darnos cuenta del potencial que tenemos si hacemos las acciones correctas y usamos las herramientas de financiamiento, gestión, promoción y venta de nuestros servicios.

Por eso no hay que buscar culpables, el éxito está en nuestras manos.

Más información: eosmexico.com

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