Desde hace varios años al escuchar el nombre de Rafael Lozano-Hemmer me hacía reflexionar sobre la enorme calidad del arte mexicano. Él, como uno de los mejores exponentes a nivel internacional y con una procedencia académica diferente a la de muchos. Egresado de la carrera de química en Canada y rodeado por un grupo de personas dedicadas a las artes escénicas, Rafael fue absorbido por el arte y por la factibilidad de aplicar sus conocimientos para comunicar y provocar la interacción con sus expectadores.
No pretende realizar piezas humanizantes y sin embargo el uso de la tecnología lo hace con una calidéz que conecta de inmediato con el público, con historias personales y con experiencias que resultan inolvidables. No cabe duda que la poética de Lozano-Hemmer es contundente, pero nadie mejor para hablar de su obra y de si mismo que él.
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www.lozano-hemmer.com