Premisa del Pabellón de México (Venecia 2016)

Por - 13/10/2015

 

 

Espacios de correspondencia

Nos gustaría contar con asombro lo que damos por sentado, o simplemente, lo que aún no hemos mostrado. Como toda crónica, compartir historias cuya literatura se perciba a nivel de banqueta. ¿Con qué fundamentos? Para Alejandro Aravena, Director Artístico de la 15 Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, “Reportando desde el frente”, es más que un relato pasivo de edificios pues la arquitectura depende de sus contextos locales. Invita a presentar casos donde la arquitectura es ecléctica, multidisciplinar, híbrida e inclusiva. Además de los metros cuadrados, la estructura y los materiales de la arquitectura; apela a la crónica como género que se nutre de la esencia de la novela, la libertad del ensayo, la veracidad del reportaje, el relato deliberado del cuento, los diálogos de la entrevista, el orden de ideas de la columna y la espontaneidad de sus testimonios.

 

La apuesta es por reunir el pensamiento de un grupo amplio de arquitectos en un momento específico. Así, mostramos nuestro interés compartido por encontrar el punto de equilibrio en el que convergen los sucesos y hechos verosímiles de la profesión. Buscamos documentación de procesos y relaciones más que de resultados formales. En el caso de México, son de particular interés los casos que revelan nuestra tradición arraigada de participación en la construcción del espacio. Es decir, más que las ideas importadas de otros países desligadas de contextos específicos, buscamos casos que surjan de sitios con historias localizadas.

 

Son bienvenidas experiencias que ofrezcan nuevas perspectivas sobre los contextos sociales de la arquitectura, que tiendan puentes entre grupos sociales en el país o entre regiones aparentemente desligadas, que vayan más allá de términos habituales como “espacio público,” “recuperación” e “informalidad”, y que desdibujen fronteras entre arquitectura profesional y vernácula o popular, así como entre asentamientos y procedimientos regulares e irregulares. Proponemos recuperar documentos y evidencias que, en su caso, permitan construir una fuente de información amplia que sume aprendizajes, identifique correspondencias, y contraste visiones.

 

Aravena convoca a mostrar un frente que muchas veces dejamos atrás: las ideas ensayadas, las historias escuchadas, los pensamientos compartidos, los aprendizajes recabados, las alternativas desechadas, los instrumentos de negociación, la suma de esfuerzos, los devenires aprehendidos y los acuerdos repartidos en espacios de correspondencia. Contemos el proceso, el que se entiende por encima de croquis, planos por kilo o renders aspiracionales. No se trata de un concurso tradicional sino de una convocatoria para reunir el contenido que nos interesaría difundir. La premisa es consensuar propuestas que representen a México con el apoyo de un Comité Técnico cuyas tareas consisten en fomentar la participación; acompañar el proceso de la convocatoria; brindar apoyo técnico a las propuestas seleccionadas para la elaboración y documentación de los materiales que se presentarán en la Bienal; así como dar seguimiento a las directrices planteadas por el curador designado para esta edición.

 

El llamado a participar es en tercera persona transmitiendo un mensaje contundente. Por lo tanto, hacemos nuestro su discurso de inclusión para el Pabellón de México en la 15 Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia. De tal forma, quisiéramos demostrar que en el debate sobre la calidad de lo construido, no solamente hay necesidad, sino también espacio para la acción.

En México la idea de lo social, la importancia de la participación y la comunidad, fueron conceptos que se debatieron a principios del siglo 20. Con ideales heredados es que manifestamos nuestra convicción por compartir esta tarea común por reportear y reportar desde el frente. De la información existente para escribir las notas informativas, pero sobre todo, de lo que nos gustaría conocer y documentar. Así, el debate incluye la participación colectiva puesto que nuestra historia local y latinoamericana está repleta de ensayos y esfuerzos cuyo “interés” social en realidad fue vocacional. Proyectos y principios que sustentaron el desarrollo social o la participación con base en la idea de que los habitantes no sólo aportan información sobre sus necesidades sino también de las soluciones posibles para los problemas de su contexto espacial, sus propósitos variables y multidisciplinares. Las definiciones tradicionales de la tarea esencial del arquitecto no bastan. Reconocemos la labor del arquitecto como estratega y negociador, pero a la vez como integrante de varios o muchos agentes del proceso de producción del espacio urbano. Por ello, consideramos conveniente sumar a los actores de los procesos antes, durante y/o después de los proyectos.

 

Queremos construir una visión de amplio espectro que incluya todas las facetas conocidas del quehacer arquitectónico y sus aristas de colaboración; dar voz a otra generación sin soslayar grupos o trayectorias consolidadas. Nos interesa develar estas complejidades con casos, arquitecturas, proyectos o buenas ideas canalizadas por la arquitectura. Si cabe la analogía nos gustaría retomar las ideas activistas de “espacios activados” en torno a una ciudad saludable y habitable que, a pesar de tener algo de desorden, resulta espontánea, inventiva y vital para priorizar a los habitantes y a las banquetas de las calles. Aprovechemos la oportunidad para compartir un nuevo ánimo e ideal de nuestra arquitectura. Mostremos entonces las propuestas donde el futuro de la arquitectura va más allá de la forma, donde el fin último no es la foto para la revista, ni lo monumental, ni el genio único o creador; donde se promueve rehabitar en vez de hacer tabula rasa; donde existen más negociaciones conciliadoras que imposiciones concertadas; donde hay más participación comunitaria que “consulta ciudadana”, y donde al final todos aparecen en los créditos de la película.

 

En cualquiera de los casos, apelando por el cómo, optemos por otras formas de contar nuestra arquitectura, casos ejemplares donde se cruzan divisiones sociales y profesionales. A partir de los lineamientos establecidos por Aravena, consideramos cuatro categorías indicativas mas no exhaustivas o limitantes. Es posible que algunas propuestas encajen en más de una categoría, y que otras vayan más allá de ellas:

  • Ciclos, trayectorias y procesos arquitectónicos (la vida social de obras arquitectónicas, urbanas o de infraestructura, equipamiento o movilidad; en los que convergen formas construidas y relaciones humanas).
  • Instrumentos de mediación (documentos, manuales o esquemas de trabajo sobre relaciones comunitarias, trabajo colectivo, intervenciones en espacios comunes o procesos de autoconstrucción que permitan construir una base de datos y contrastar distintas experiencias).
  • Documentación y análisis de despliegues sociales en el espacio construido (proyectos académicos, periodísticos, fotográficos o artísticos que ofrezcan nuevas perspectivas sobre el espacio construido y sus dimensiones sociales).
  • Experiencias para documentar (propuestas no contadas para reportear y develar historias).

 

 

Así como la convocatoria, el horizonte es amplio y a la vez provocador para hilvanar un discurso que va de los contenidos a la museografía. Conozcamos a los reporteros y a los entrevistados, a los esfuerzos de imaginación cívica y sus actos creativos de ciudadanía; a la arquitectura como medio y expresión pero sobre todo a los usuarios como mensaje y desenlace. Proponemos mostrar una selección que realmente nos identifique y a la vez suture factores sociales, públicos y privados. Queremos averiguar ¿qué pasó, cuándo y por qué?, pero sobre todo, ¿cómo sucedió, se vivió y transformó?. En este pabellón apostamos por sumar y sintetizar las narrativas en una dimensión colectiva para así encontrar una perspectiva amplia y elaborada de nuestra arquitectura.

 

En palabras de Aravena: Nos gustaría aprender de arquitecturas que, a pesar de la escasez de medios, aprovechan lo que está disponible, en vez de quejarse de lo que carecen. Quisiéramos entender qué herramientas de diseño son necesarias para trastocar las fuerzas que privilegian la ganancia individual sobre el beneficio colectivo. Estamos interesados en que la arquitectura pueda introducir una más amplia noción de ganancia: diseño como valor agregado en vez de un costo adicional. Otra vez, la arquitectura como un atajo hacia la equidad.

 

Comité Técnico

Pabellón de México

15 Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia 2016

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