La tragedia como oportunidad
Sergio Gallardo - 11/09/2013
Por Jimena Hogrebe - 25/05/2017
Por segunda ocasión en esta edición de Obra en Obra, la construcción ubicada en el número 348 de la calle Tonalá en la colonia Roma Norte recibió el trabajo de un artista: Marcos Castro. Acompañada de un texto que insinuaba una especie de descubrimiento en una zona de desastre, la intervención se conformó por distintas piezas que en conjunto hacían referencia a la muerte, a la superveniencia, al pasado, al futuro, a la reconstrucción del mundo y a las culturas prehispánicas, entre otras cosas. Las piezas daban la impresión de ser una cultura material dispuesta a ser descubierta y explorada, un recorrido cuya materialidad se relacionaba directamente con el gran contenedor en construcción.
Una pirámide de tabique vidriado oscuro en medio del patio, no sólo insinuaba un pasado poderoso, sino que provocaba cuestionar la escala del patio. Ese que se percibe angosto y confinado podía percibirse distinto con la nueva topografía de plataformas. A unos pasos, observando la pirámide de lejos, tres tótems se posaban en el otro extremo del patio. Tótems de expresión amable y cuerpos plásticos que también provocaban un juego de escalas peculiar. A un lado, en dos cámaras, dos figuras fantasmagóricas llenaban el espacio interior con su presencia, con su expresión de muerte. Esqueletos de polines y cuerpos de plástico negro jugaban por la percepción de sus figuras y sus sombras. Al fondo, sobre una mesa de obra, se encontraba una colección de objetos, de armas, también construidos con material de obra. La mesa, delimitada por apuntalamientos metálicos parecía una base para una especie de ejercicio de catalogación.
El ambiente de angustia y violencia continuaba arriba, al subir por la escalera de madera cuya rampa partía del patio. Un laberinto de puntales y malla de seguridad anaranjada creaba un espacio de capas y transparencias. Al recorrerlo se encontraban puntos muertos antes de llegar al final en donde se encontraba una nueva estructura hecha con polines y un block de cemento estriado al centro. Ésta ya no con imagen de muerte, sino de resguardo, de protección, de construcción, de nuevo ciclo. Al fondo, observando la estructura, la imagen de un venado.
Las piezas podían verse de manera independiente relacionadas con su ubicación específica. Sin embargo, el recorrido parecía contar una historia, una sugerida en los vestigios y en las notas, una sobre un derrumbe en espera de ser reconstruido. Al poner atención en esta historia la obra en construcción podía verse en paralelo como obra en ruinas, una especie de doble mundo que podía estar yendo hacia adelante o hacia atrás. Las piezas podían observarse como remanentes del pasado destruido o material para la construcción del futuro. El juego temporal y conceptual de la intervención de Marcos Castro abrió una oportunidad para reflexionar sobre la temporalidad y la materialidad de la obra contenedor, al igual que de la obra contenida. También para reflexionar sobre la destrucción y la construcción que cotidianamente nos rodea y que nos precede.
Quedan dos fines de semana de esta segunda edición de Obra en Obra. El que viene se llevará a cabo en Tonalá 348. La intervención estará a cargo de Galia Eibenschutz y estará abierta al público los días 27 y 28 de mayo. El sábado a medio día se llevará a cabo una acción.
Fotografías: Rafael Gamo
Próximas intervenciones:
27-28 Mayo Galia Eibenschutz (Tonalá 348)
03-04 Junio Mario Navarro (Tonalá 148)
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