Las gordas brillan con orgullo

Por - 23/05/2012

Cuando consumimos objetos de diseño generalmente somos seducidos por la forma como una primera instancia y en ocasiones es una combinación de estética y necesidad utilitaria.  Para mi, además de la forma, en el gusto por poseer un objeto útil es fundamental encontrar un vínculo a mi persona a través del humor, de algún hecho memorable o simplemente un nexo con mi vida cotidiana.  Casi todas esas características o al menos una de ellas se encuentran en la mayoría de diseños de Christian Vivanco y por ello hoy dedicamos ésta nota a uno de sus objetos: Las Gordas.  Un proyecto donde se reinventa un objeto y se le da un valor agregado.  Dicen por ahí que quien nace para maceta, no pasa del corredor. Un dicho que deja al objeto o persona en un callejón sin salida del cual será imposible librarse. La imposibilidad o el fracaso de asumir un solo rol ya está dictada y no hay vuelta atrás.  A través de Las Gordas, Vivanco desarticula el dicho y reivindica a los coladores de plástico tan devaluados en nuestros días.  A través de alguien que está en constante observación del entorno y que no busca la invención del hilo negro surgen unas lámparas que a todos nos vincularán con alguna experiencia de cocina exitosa o fallida, algún recuerdo familiar, al paseo por algún mercado, a los colores vivos propios de nuestra localidad o a la posibilidad de que reconozcamos un objeto al cual nunca le habíamos prestado atención.

Incluso el sobrenombre de Las Gordas remite al tradicional llamado de alguna madre a su hija más que al uso despectivo de la palabra, pero incluso si así fuese, hoy Las Gordas se posan con orgullo fuera de la cocina y brillan por si solas sin dejar que su valor matérico las subestime.

 

Más información:

christianvivanco.com

Fotografías: Cortesía Christian Vivanco

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