María Luz Bravo
Alejandro Cabrera - 25/09/2015
Por portavoz - 01/05/2012
INFINITA TRISTEZA | Antonio “Gritón” Ortiz
Instalación sobre la calle Orizaba en la colonia Roma.
EL POP NOS HARÁ LIBRES
Muestra colectiva en el MUCA Roma
LA INFINITA TRISTEZA DEL POP
Por azar del Facebook, vi la difusión para visitar la nueva exposición en el MUCA Roma. Con un texto curatorial bastante llamativo y prometedor, decidí visitar dicha muestra.
Un pequeño resumen interpretativo de lo que la cultura pop estadounidense a repercutido en la sociedad latinoamericana. En especial para todos los nacidos en la década del 80.
Los hijos de la televisión y sus productos: MTV y CARTOON NETWORK, manifestando una fuerte identificación por lo ajeno, lo extranjero, cualquier elemento que logre evitar ponernos en nuestra realidad. Es una suerte de paliativo para, por unos momentos, sentirnos en otra parte, en otro estado.
Y es así como encuentro la fascinación por los héroes norteamericanos, por los músicos y las divas.
Esta exposición intenta transpolar esa sensación en el homenaje coreográfico post mortem a Michael Jackson, o en esa fotografía “remake” de Madonna. Todo esto sigue latiendo con mucha fuerza, un claro ejemplo de ello es la excesiva difusión, promoción y, ahora, parodias, a la película The Avengers, un remake de 1978 con los súper héroes de los 50. Un fiel ejemplo de que no han muerto, que siguen vivos muy a pesar del desprecio general hacía lo estadounidense y un retorno por lo clásico y lo autóctono.
Sin embargo, pienso que la exposición se queda corta en muchos sentidos; en la exploración a fondo de toda una generación que hoy día, ya no son adolescentes sino que están tomando las decisiones de un país.
El discurso del pop como un modo de vida, de entender la cultura y el entorno, es claro y preciso en su objetivo, quizá de banalizar algunas situaciones, pero también de hacer más llevadera la vida, que de por sí es bastante dura.
Al mismo tiempo encuentro interesante que “el estudio del pop” no está en un museo ni en los artistas”, está hoy en día en las redes sociales, en el intercambio de mensajes, de imágenes intervenidas, del reblog y retwittear. Allí se gesta esa reinterpretación del pop y, creo, ahí nos hace libres.
Termino el recorrido, con un sentimiento inconcluso, algo falta, y tan sólo camino un par de cuadras dirección Cuauhtémoc, para encontrarme con la intervención, ya mencionada en algunos medios, sobre la calle Orizaba llamada “Infinita tristeza”
Y es un choque contundente contrario a lo que acabo de ver. Un mensaje en un tablero de escuela pública que dice, con letra de maestro: 60,000 colaterales.
Sin palabras para exponer la fuerza que tiene las mantas negras colgadas de árboles por toda la calle; desde el parque Luis Cabrera hasta Río de Janeiro. Son mantas de luto, dolor, de fantasmas rondando, merodeando el vecindario.
Y creo que es la confrontación la que nos hará libres, es la memoria colectiva de la tragedia la que nos recordará los horrores de la guerra para no caer en ella, para no legitimarla y pedir porque termine pronto.
Dos mensajes en un lapso muy corto de tiempo que hacen pensar que estamos en una época que necesita cambio, que necesita repensar lo que somos en lo individual y en lo colectivo.
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Texto y fotografías: Juan Diego Bautista
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