Las gordas brillan con orgullo
portavoz - 23/05/2012
Por Alejandro Cabrera - 16/04/2013
Desde hace unos meses comenzaron las especulaciones sobre Zona Maco 2013. La constante entre los interesados es preguntarse ¿qué tal estará este año? ¿aumentará la calidad de las galerías? ¿llegaremos a tener una feria al nivel de las más importantes ferias del mundo?
El pasado miércoles Zona Maco abrió sus puertas y como en años recientes las secciones de la feria se mantuvieron presentes. La sección de diseño –curada por Ana Elena Mallet- sin duda va hacia arriba y se nota a través del mismo montaje de los stands y obviamente la presencia y propuesta de las piezas. No en todos los casos, pero hay quienes prepararon diseños específicos para la ocasión y eso es de agradecerse.
El resto de la feria, dedicado al arte, como es su naturaleza original, repite nuevamente la sección principal en donde se conjuntan las galerías más activas en la escena nacional y una larga lista de galerías internacionales que abren el abanico de artistas y por ende de obras diversas. Esto resulta en una gran exhibición que se puede “calificar” de buena o mala de acuerdo a la calidad individual de las galerías ya que no es viable concebirlo como un todo. Las voces de quienes acuden son tan antípodas que no sirven como termómetro de calidad y es quizá el masivo flujo de gente lo que llama la atención e indica que la semana del arte cada vez resulta más atractiva para una comunidad que ha ido creciendo.
Al recorrer los pasillos uno puede escuchar algunos comentarios que están regidos por el simple gusto -hay cosas padres y otras súper locas- y no tanto por una relación más estrecha con el arte. Por otro lado se dan las eternas quejas de aquellos artistas que no forman parte del evento –esto es lo mismo de siempre, jamás vamos a tener algo digno en este país- y denotan cierto resentimiento. Los más discretos son aquellos que disfrutan y guardan para si mismos la reflexión de lo que les parece bueno o malo y cuando es posible incluso adquieren alguna pieza. Por otro lado están los que comentan desde la escena de los galeristas y también ahí los comentarios se contraponen. Para algunos es un excelente evento que permite posicionar a sus artistas y alcanzan buenas ventas. Para otros, los que no venden o los que no están presentes, reaccionan negativamente y sus opiniones no son objetivas. Lejos de poder hacer un análisis neutral cada quien habla como le va en la feria -literalmente-.
Para el circuito del arte es importante que Zona Maco siga sucediendo y que sirva como detonador para atraer artistas y galerías internacionales, para que el circuito de galerías locales se activen de manera conjunta en esta época del año y poco a poco el arte diluya su estigma de elitista.
Retomando las secciones, es importante destacar el área de nuevas propuestas en donde la calidad de lo presentado es más homogéneo y al parecer el tamaño de los stands restringen la tentación de traer demasiado y concentrarse en obras muy específicas como el caso de la galería Dukan (París) quien únicamente exhibió a unos de sus artistas –Arturo Hernández– y logró un discurso concreto que atrajo constantemente al público.
De igual forma hubo piezas muy destacadas por su notoria presencia, interactividad y calidad como lo fue la pieza de Manuel Rocha que tuvo la atención de familias completas ya que no demandan grandes referentes ni conocimientos para su entendimiento. En otros casos el hermetismo de algunas piezas deja de lado a un gran número de visitantes y quedan ahí sin mayor repercusión.
El área editorial sigue teniendo un peso importante en la feria y es una buena forma de redondear la visita. Como un caso particular que hay que hacer notar estuvo la presencia de EXIT la librería, ya que recientemente abrió sus puertas en México y será del interés para muchos debido a su gran oferta de títulos.
Zona Maco cumplió una edición más y deja abierta la posibilidad de analizar cual es el status del arte en México en relación a otros mercados así como también que tanto interés existe por la continuidad de estas iniciativas. Ojalá hubiese más opciones para acercarnos al arte en otros momentos del año que provoquen los mismos flujos de gente o bien que tanto galerías como museos logren estimular al público para que el circuito del arte mexicano sea un referente internacional de tiempo completo.