eos méxico
- 10/02/2012
Por Emmanuel Ruffo - 21/08/2014
La creación continúa incesantemente a través de los medios de comunicación del hombre. Pero el hombre no crea… Descubre. Los que buscan las leyes de la Naturaleza como un apoyo para sus nuevas obras colaboran con el creador. Copiadores no colaboran. Debido a esto, la originalidad consiste en regresar al origen.
Antoni Gaudí
El origen de una idea original nadie lo puede constatar con certeza. Lo que se puede conocer, a cambio, es el proceso durante el cual algo es desarrollado. El algoritmo. En palabras sencillas, un algoritmo es una secuencia de pasos que ‘teóricamente’ te conducen siempre al mismo lugar, final o resultado, y han estos existido desde el origen del todo. Desde que existen los procesos. Y es que hablando de lo esencial, un algoritmo es un proceso. En otras palabras, un algoritmo quiere recontar ‘el proceso’, de algo. Es cierto que un resultado puede ser obtenido a partir de diversos procesos, y que a su vez un proceso puede resultar en diversos escenarios.
¿Lo fundamental entonces qué es?, ¿el proceso?, ¿la idea original?, ¿el resultado?
Al querer compartir este pensamiento con ustedes, y basado en el tema -sugerencia del mes por Portavoz- reciclaje, mi mente no dejaba de pensar en el plagio de ideas, que a su vez puede, ¿porqué no?, ser también entendido como ‘reciclaje’. Sí, el reciclaje de una idea original. Cuando se habla de una idea -que puede o no tener fundamentos teóricos, prácticos, investigativos o experimentales- esta idea recuenta también una historia, una experiencia única capaz de conectar una cantidad específica de neuronas que consecuentemente generan el pensamiento en primer lugar. Es claro que las ideas no siempre surgen de ‘formas’, el ir y devenir varia, a veces sí, es un estado físico el que las genera, a veces un pensamiento o una acción. Todos pueden ser entendidos como formas, pero cada uno desenvuelve un origen y una consecuencia muy distinta que influye en el individuo final en base a las experiencias de este mismo.
Una hipótesis, por ejemplo, puede conducir a diferentes equipos de investigación a caminos muy diversos pero a resultados muy parecidos, sobre todo cuando el ‘proceso de investigación’ se alinea completamente con la hipótesis inicial.
El reciclaje de ideas no representa un aspecto negativo, al contrario, genera -a mi manera de ver- una evolución en el quehacer del diseñador. El reciclaje se vuelve obsoleto cuando la idea original es plagiada sin una mejora substancial de la idea original. Existen muchos casos –conocidos o no- de arquitectos, diseñadores, artistas, que a partir de ver el trabajo de sus colegas, han generado plagios idénticos a la idea original, e incluso han generado –comercialmente hablando- una gran cantidad de dinero, si hablamos del aspecto económico.
Entonces a un emprendedor –entendido como diseñador- ¿qué le queda al final del día?, ¿dinero?, ¿fama?, ¿reconocimiento?, ¿satisfacción personal?, ¿orgullo? o ¿identidad?
Y es que hoy en día no existe un método claro y sencillo que le permita al diseñador ‘proteger’ sus ideas –entendidas como objetos ya construidos-. Sí, se puede obtener una licencia por un diseño, si, se pueden proteger las ideas (proyectos) –en algunos países- a través de asociaciones industriales o de diseño, si, existen leyes que “protegen”, pero ¿quién está dispuesto –en caso de ser plagiado- a gastar, física, mental y económicamente, horas, meses e incluso años de su vida para defender una idea? E inclusive al final del día ¿qué nos quedaría? ¿Qué te quedaría?: ¿orgullo?, ¿dinero?
La pasión –seguramente- para el momento en que termines de litigar, sería objeto del pasado.
La evolución de una idea -por el contrario- permite avanzar en el desarrollo de un producto, diseño o pensamiento. Los objetos que utilizamos cotidianamente no serían los mismos si no existiera un avance en el reciclaje de ideas: las chaquetas técnicas anti-viento con las cuales un esquiador puede alcanzar velocidades de hasta 250 Km./h, los zapatos técnicos o para correr, los esquíes, el reloj GPS, el teléfono celular, la computadora, etc.
Para mí, y para mi trabajo como investigador y director de mi propio laboratorio de investigación –Architectural Body– lo importante es crear y reconocer. Creo firmemente que ‘nuevas cosas’ pueden ser creadas, pero también estas nuevas cosas nacen a partir de ‘otras’. Como dice el dicho, ‘el dinero va y viene’, la fama y la fortuna también. Es una ley de la vida. Pero el respeto y el conocimiento es algo que permanece. Esto se propaga, es tiempo de generar y crear la pasión por el diseño.
Agosto, 2014.
Bormio, Italia.