La Bienal de Venecia como oportunidad

Rem Koolhaas el director asignado para la edición 2014 de la Bienal de Venecia, dijo que ésta será una bienal sobre arquitectura y no sobre arquitectos. Pese a ser una excelente declaración de intenciones, falta aún por comprobarse que no se trate tan sólo de un buen eslogan publicitario y que realmente se evite exaltar una vez mas a las grandes figuras globales porque como ya apuntó José Castillo: No importa el tema o título de las muestras internacionales de arquitectura, siempre se repiten los mismos nombres.
¿Cómo responderá México al tema de la convocatoria? ¿Será capaz de hacer un pabellón que hable de arquitectura y no de arquitectos? Pero sobre todo ¿será capaz finalmente de gestionar su participación de forma abierta y transparente?
El historial de la presencia de arquitectos mexicanos en la bienal ha sido, cuando menos, desigual: El país cuenta con un arquitecto – Javier Sánchez – galardonado con el León de Oro, por una inteligente y sutil intervención de vivienda social en el centro histórico de la ciudad de México, pero al mismo tiempo tiene en su haber, cancelaciones de participaciones nacionales de último momento o abusos de dependencias gubernamentales para imponer una visión acerca de lo que se quería mostrar. Existe también el común denominador de que ninguna de las participaciones nacionales de las ediciones anteriores se ha hecho en tiempo y forma y que en prácticamente todas ha habido desde abusos personales hasta grandes esfuerzos individuales para lograr que las muestras se llevaran a cabo.
En el año 2012 el gobierno mexicano llegó a un acuerdo para obtener un espacio propio en la iglesia de San Lorenzo a cambio de cubrir los gastos de su restauración. Dicha operación cuestionada por su alto costo y por la lejanía de dicho espacio del epicentro de la bienal debía traer al menos una cierta estabilidad en las participaciones de México en las bienales tanto de arte como de arquitectura, pero esto aún no ha sucedido.
Con la intención de transparentar la forma en que se gestiona la participación de México en la bienal, un grupo de arquitectos entre los cuales me incluyo, hemos solicitado a Dolores Martínez Orralde titular de la Dirección de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes – quien hipotéticamente gestionará la participación de México – sea transparente el proceso por el cual se decidirá el contenido del pabellón de México.
La postura es clara y la petición simple: han pasado más de 8 meses desde que se anunció quien sería el director y cual el tema de la próxima Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, y a pesar de eso, en México no ha habido ni convocatoria, ni comunicación de cómo se va a decidir sobre curador, criterios de selección y/o posibles participantes. Lo que pedimos es que, como es común en otros pabellones nacionales o incluso en la participación de México en la Bienal de Arte de Venecia, se inicie el proceso para la selección de un curador con tiempo suficiente y a través de un procedimiento abierto, mediante concurso en el que se establezcan con claridad los mecanismos para dicha selección.
Sería un tema sencillo y de fácil gestión, En muchos otros países las convocatorias se han resuelto de forma rápida y sin grandes complicaciones. Es importante mencionar incluso que estamos conscientes de que seguramente la participación de México en la bienal es totalmente irrelevante en comparación con los temas urgentes de la realidad nacional, pero nosotros lo entendemos como una primera pequeña oportunidad para empezar a gestionar las cosas de forma correcta, como un primer ejemplo de buenas prácticas que luego pueda extenderse a otros ámbitos de la arquitectura y conseguir así poco a poco institucionalizar este tipo de procedimientos.
Ahora que se presumen nuevos tiempos, quizá la bienal pueda ser una buena oportunidad para demostrar que realmente las cosas se quieren hacer de otra manera.

Nota:
Para evitar toda posible suspicacia, sobre la intención final de este esfuerzo o sobre un posible conflicto de intereses, tanto yo como el resto de los firmantes de la carta mencionada hemos decido inhibirnos de toda participación en el pabellón de México en la próxima bienal de Venecia.