El color de Ezequiel Farca
portavoz - 19/03/2012
Por Sebastián Lara - 09/05/2013
Cuando alguien no relacionado con nuestra disciplina me preguntaba: ¿Qué es el diseño industrial?, respondía con algo parecido a lo siguiente: el diseño resuelve necesidades basándose en el análisis de una problemática y brinda soluciones que ayudan a mejorar la vida del usuario. Sin embargo, varias veces, quien me preguntaba se quedaba igual o más confundido sobre esta disciplina del diseño, ya sea por lo técnica de la respuesta o por no encontrarle una aplicación específica con la vida real. Por lo tanto, opté por contestarles que para saber qué hace un diseñador industrial volteara a su alrededor y observara que en prácticamente todos los objetos fabricados por el hombre intervino uno. Los objetos que usamos a diario como los cubiertos, una pluma, el apagador de la luz, nuestra ropa, el celular, un empaque, un auto, etc., los diseñó alguien o intervino un diseñador en algún proceso de su fabricación.
Teniendo en cuenta el amplio universo de objetos, materiales y ambientes que fueron intervenidos por el diseño, no es de sorprenderse que incluso las experiencias de interacción con los objetos también hayan sido diseñadas. El peso de un celular, la sensación al cerrar la puerta de una marca en especial de autos, el click del indicador de la direccionales, el sonido al masticarse las Zucaritas o el olor distintivo de una tienda departamental: nada de esto es producto de la casualidad y fue pensado estratégicamente por alguien. Lo interesante y a la vez casi “mágico” es que este trabajo se hace para que de manera inconsciente el cerebro del usuario se identifique con un espacio o un producto y así genere un vínculo específico de afinidad con la marca, el objeto o el establecimiento.
Por mencionar un ejemplo, ¿cuántas veces nos preguntamos por qué un auto nuevo huele así? Pensaríamos que es precisamente por eso… porque está nuevo, pero entonces por qué los autos nuevos huelen de maneras distintas según las marcas si los materiales y acabados son prácticamente los mismos. Esto se debe a que los autos fueron previamente rociados con un líquido que produce el particular aroma y que cada uno de estos olores también fue diseñado e incluso está patentado. A esto se le nombra odotipo, una fragancia distintiva que sirve de la misma manera que un logotipo para diferenciar a un producto de otro, y generar confianza o status ayudando a complementar la experiencia integral de la compra colaborando así en la construcción de la marca.
Martín Lindström, experto en marketing emocional y que ha patentado olores, sonidos y experiencias para más de 600 compañías, puntualiza que el 83% de las marcas hoy en día apelan tan sólo a la vista para ser captadas y solamente el 17% restante busca ser percibido por más de un sentido y así generar un impacto completamente diferente en sus consumidores.
Pensemos en los pequeños detalles que hacen única a una marca, por ejemplo al desempacar un producto de Apple es toda una experiencia visual, táctil y hasta olfativa a la cual ningún otro fabricante de computadoras o electrónicos ha podido si quiera acercársele. O por otro lado la experiencia del “tercer espacio” patentada por Starbucks, un lugar que no es ni tu casa ni tu oficina sino un punto intermedio entre los dos, en el que el interiorismo habla el mismo lenguaje visual en todos sus establecimientos, en los que suena un jazz suave, todos huelen igual en cualquier parte del mundo y la sensación de tranquilidad que transmiten te invitan a consumir y quedarte a convivir o a trabajar por horas.
Algo que me apasiona como diseñador es tener la posibilidad de generar este tipo de experiencias integrales con un diseño que puede ir desde el olor, las texturas de algún acabado o la suavidad de otro, de la temperatura del lugar hasta la música y el ambiente general de un espacio intervenido por completo. Entendamos que nosotros como creadores tenemos la posibilidad de transmitir a quien interactúe con nuestros diseños sensaciones muy especiales que lo convertirán así en un diseño con-sentido.
Más información: eosmexico.com
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