El pasado 27 de abril, a los 77 años de edad falleció uno de los artistas más importantes de la escena neoyorkina de finales del siglo XX. Nacido en una familia italoamericana, Vito Hanibal Acconci es quizá uno de los artistas más completos de su generación, con una obra que lo mismo lo colocó como pionero del Body art norteamericano, impulsor del video arte, diseñador de instalaciones y espacios públicos así como arquitecto de proyectos que rayaban en lo onírico y poético.
Y hay que subrayar que poético no es sólo un adjetivo más para su obra, puesto que la misma siempre estuvo regida por la idea de que ésta era la base de las artes, y que el artista tenía la necesidad de llevarse a sí mismo y al espectador a ese “estado” más allá del lenguaje o el papel. Es por esto que su obra bien puede ser comprendida como pequeños “poemas” expandidos que van de la página al espacio público, al cuerpo, se hacen instalación y terminan siendo monumental arquitectura; arte que según Acconci negaba la necesidad de un pedestal, vitrina, o institución para demostrar su capacidad estética y que allí, en el paisaje, podía romper con el “marco” del arte.
Y si la poesía era la base de aquellas ideas, los temas fueron tan variados como constantes; el paisaje, el espacio público, la vivencia y naturaleza del cuerpo, la oposición como núcleo de lo poético, la ruptura que podía proveer la arquitectura dentro del paisaje urbano, la idea de monumento, etc.
Ante una obra tan numerosa como compleja sólo queda hacer un breve homenaje, y presentar cuatro “poemas” que pretenden evidenciar lo distinto y contundente que fue el trabajo del artista durante casi cinco décadas:
(Untitled)
I am going from one side to the other
Am
Going
From
One
Side
To
The
Other [1]
En 1964 Acconci se titularía como bachiller en literatura, sus pocas incursiones como poeta “formal” las haría en la revista 0 to 9. El estilo del neoyorkino se caracterizaría por una fuerte apuesta hacia el carácter material del lenguaje, y una escasez de metáforas.
“ESTIMATION PIECE
Proyecto:
–Escoger un punto visible y estimar el número de pasos que requeriría alcanzarlo.
–Caminar al punto escogido y contar el número de pasos necesario para llegar a él.
Realización:
–Seis realizaciones.
Cada vez, dos fotografías son tomadas en el destino: una desde el punto de inicio y una desde el punto alcanzado luego de que el número de pasos estimado haya sido alcanzado.
Stockbridge, Massachussetts; febrero 23, 1970. “[2]
Acconci, entre 1969 y 1973 llevaría a cabo más de doscientos cincuenta performances de naturaleza variada, haciendo énfasis en las preguntas ¿qué es mi cuerpo? ¿cuáles son sus capacidades? ¿cómo lo vivo a través de mi y de otros? Es notable el trabajo de documentación de cada una de estas piezas, acompañada de fotografías, tablas (en este caso del número de pasos estimado y el real), ubicaciones y descripciones en un lenguaje que en ocasiones parece coquetear con su anterior trabajo poético.
“THE AMERICAN GIFT
1976
Instalación (madera, luz azul, dos canales de audio)
Un cubículo blanco por fuera, con entradas por las cuatro esquinas.
El interior es gris, cada pared termina, debajo, en una banca continua. Detrás de la banca una bocina está incrustada en la pared.
A mitad del cubículo, una caja negra – 2.40 m de alto por 1.20 m de ancho – cuelga desde el techo, a 30 centímetros del suelo. Un brillo azul se abre paso através de la abertura en el fondo. Una bocina está instalada dentro de la caja.
La cinta de audio parte del hecho de la traducción. En las paredes, detrás de las bancas mi voz susurra en inglés; un hombre y mujer franceses – hablando y cantando, en tono de recitar– se traduce lo que digo, pero cambia la persona: Cuando yo digo “Yo” las voces francesas dicen “Nosotros”. La voz americana “enseña” a los europeos, los europeos “aprenden” el mensaje americano.
Ahora y después, desde adentro de la caja negra mi voz grita en francés, en un francés con acento americano: esta es la voz de América, presentando a América –música americana, sonidos americanos. “[3]
Acconci pasaría en 1974 de hacer performances a instalaciones sonoras y de video, en donde la voz tendría un papel primordial y la palabra sería uno de los elementos primordiales en su trabajo, a partir de aquí y hasta 1979 el interés del artista pasaría de su propio cuerpo a la creación de espacios por medio de la materialidad de elementos inmateriales (tales como el idioma, o la idea de nación).
“PERSONAL ISLAND
1992
Barcos de aluminio con remos, suelo, pasto, árboles.
10 x 12 x 36’
Acconci Studio (Vito Acconci, Luis Vera, Jenny Schrider, Lisa Albin)
Sitio: Un show internacional de jardines, dentro de un parque grande. El parque está rodeado y delimitado por agua.
Programa: Una instalación temporal, durante cuatro meses, durante el show de jardines.
Proyecto: Una isla portátil
En el suelo, un bote de remos está hundido en la tierra; su proa está llena de suelo y pasto, un árbol crece en la proa; los remos están incrustados en el suelo, como remando en la tierra. Te puedes meter al barco y sentarte, como si la tierra fuera agua.
De frente a este bote, en el agua, está la imagen-espejo: un bote de remos metido en un plano circular de pasto: como una costa para el bote, su proa está llena con suelo y pasto, un árbol creciendo fuera del bote.
Puedes pisar en el plano de pasto, y adentro del bote y remar: el bote se lleva consigo el plano circular de pasto –dejando un corte semi-circular en la orilla– puedes remar tu isla hacia el mar. “[4]
En 1988 junto con otros artistas se funda el ya legendario Acconci Studio. El artista neoyorkino se sentía frustrado por las limitaciones del museo y el concepto “arte” que dependía tanto de espacios como de instituciones para sobrevivir, es por eso que su obra se va yendo cada vez más hacia los espacios públicos y el intento por “sorprender” a los espectadores en lugares poco esperados, el artista intenta insertar la poesía en el paisaje y lo cotidiano; este espacio propondría proyectos desde su fundación y hasta la muerte del artista.
Con esta minúscula muestra del trabajo de un artista que lo mismo es referente en escuelas de diseño, arte, o arquitectura, pretendemos rendir homenaje a la vida de un poeta singular, que vio en la hoja en blanco y las palabras una limitante que lo estimularían a expandirse a niveles inimaginables.
[1] Vito Acconci, “Language to Cover a Page: The Early Writings of Vito Acconci”, https://mitpress.mit.edu/books/language-cover-page (consultado el 29 de abril del 2017).
[2] Acconci Studio. Vito Acconci, Diary of a body 1969-1973. (Italia, Milán: Charta Edizioni, 2006), 160 Trad. del autor
[3] Gloria Moure, Ed. , Vito Acconci: Writings, Works, Projects. ( Barcelona, España: Ediciones Polígrafa, 2001), 182 Trad. del autor
[4] Gloria Moure, Ed. , Vito Acconci: Writings, Works, Projects. ( Barcelona, España: Ediciones Polígrafa, 2001), 272 Trad. del autor