LA VERDADERA (R)EVOLUCIÓN
Emmanuel Ruffo - 15/10/2014
Por José de la O - 13/03/2014
La ciudad es un reflejo de la sociedad que lo habita. Cuando analizamos al espacio público, como plazas o museos, podemos darnos cuenta de muchos aspectos del comportamiento de la gente, del gobierno que la rige y de las aspiraciones colectivas entre estas dos entidades.
Cuando pienso en lugares públicos (o abiertos al público) que hablan de su ciudad, no encuentro mejor ejemplo que el Mini Zoológico en Tlacotalpan: un lugar famoso por su belleza espontánea, el ingenio de sus habitantes y lo surreal que puede llegar a ser esta combinación.
Les contaré una historia pero no sin antes advertirles que tengan cuidado: la gente de Veracruz tiende a exagerar para hacerla más interesante.
A mediados del siglo pasado, cuando México vivía mejores épocas, en Tlacotalpan existía un personaje llamado Don Pío Barrán. Era pescador, como muchos en esta ciudad, pero había algo que lo diferenciaba de los demás: era domador de cocodrilos.
Dicen que su primera pelea con un cocodrilo fue en 1959. Él acostumbraba pelear con estos animales cuerpo a cuerpo. Además, Pío Barrán los atrapaba y los guardaba afuera de su casa en piletas improvisadas. A pesar del pequeño espacio de las piletas, el cariño que les tenía a los cocodrilos era grande e incluso llegó a juntar seis en total.
La fama de Don Pío Barrán fue tal que directores de cine de época lo utilizaban a él y a sus animales. Apareció en películas como Tarzán y 80 días en el Amazonas.
Su fascinación por coleccionar no sólo se detenía en los cocodrilos, sino también en antigüedades, artefactos raros y otro animales cuya llegada a ese lugar se trata de una historia en sí.
El legado de Don Pío Barrán se encuentra exhibido en lo que se conoce localmente como el “Mini Zoológico”, el cual visité durante uno de mis frecuentes viajes a Tlacotalpan.
En vez de escribir un ensayo, les comparto una serie de imágenes que tomé durante mi visita y que, a mi manera de ver, dicen mucho más que cualquier texto.
Uno de los letreros rotulados a mano que se pueden encontrar a lo largo de la avenida Carranza para llamar la atención de los turistas. En el rótulo se puede apreciar la edad de los lagartos del mini-zoológico.
La entrada al Mini-Zoológico está protegida por una carretilla. La colocan para asegurarse de que pagues los $25,00 pesos de la entrada.
En la galería principal del Mini-Zoológico se puede apreciar una escultura gigante de papel maché utilizada frecuentemente en las Mojigangas y unos butaques antiguos arruinados por la Gran Inundación del 2010.
Mi guía fue este niño que presume ser nieto de Don Pío Barral. En la foto me enseña a un búho, parte de la colección de fauna del Mini-Zoológico.
Aparentemente no necesitan que el búho quede enjaulado en el Mini-Zológico.
Estanque de tortugas.
Panchito, el cocodrilo que tiene casi mi edad.
Display en el que cada año rotulan la edad de Panchito.
Por iniciativa del nieto de Pío Barral, pincha al cocodrilo con un palo de bambú “para que me de cuenta que sí está vivo”.
También como parte de la colección se encuentra un “Aguila Caracolera” que, en ves de estar en una jaula, se posa en una silla.
El nieto me enseña los pelícanos junto a una colección de artefactos prehispánicos.
Entrada a la colección de artefactos de Don Pío Barrán. A un costado se aprecian los filtros de agua de terracota, quinqués antiguos y artefactos prehispánicos.
Colección de radios antiguos, la mayoría arruinados por la gran inundación del 2010.
Recorte de periódico que explica cómo Green Peace trató de clausurar el Mini Zoológico. En el artículo defienden al Mini Zoológico describiéndolo como un “Recinto Ecológico”.
Entrevista de Angélica María dedicada a Don Pío.
Tal vez esta sea la imagen mas valiosa para el Mini Zoológico: una fotografía autografiada por el mismísimo “Flaco de Oro”.
Lámparas francesas antiguas, que han visto mejores épocas.
Gilb es una marca de guitarras mexicana que, como todo en este museo, ha visto mejores épocas. Aquí está entorchada con hilo de pescar.
Colección de cámaras inservibles del Mini-Zoológico.
Jaula utilizada para cazar tortugas.
Fotografía del Ex-Gobernador Miguel Herrera durante la Gran Inundación del 2010. Herrera fue parte de la lista de los 10 Mexicanos más corruptos del 2013 editada por Forbes.
Fotografías de actrices Mexicanas de la época de oro del cine Mexicano. Me gusta pensar que son las fotos de las novias de Agustín Lara y que es el desktop de mi computadora.
Una de las mejores fotografías del Mini Zoológico.
Recorte sobre Don Pío Barrán.
Retrato de una Jarocha Anónima. Este cuadro en Estados Unidos lo catalogan como “Outsider”.
Ilustración inspirada en los desamores de Agustin Lara y una tlacotalpeña cuyo nombre no se recuerda (o al menos eso dice el nieto de Don Barrán).
Y para terminar: rótulo en el que vemos a una persona adinerada vestida a la moda y fumando puro siendo confrontado por la muerte.