Tecnología del futuro
Emmanuel Ruffo - 23/07/2014
Por Eduardo Cadaval - 21/05/2014
En este y otros foros hemos discutido sobre la importancia de construir un sistema por el cual se puedan gestionar de forma democrática y transparente las asignaciones para la realización de proyectos arquitectónicos y urbanos para la construcción de obra pública. Hemos recalcado que éste no es sólo un problema “de arquitectos” sino que afecta al conjunto de la sociedad ya que se trata del proceso por el cual se construyen las infraestructuras y los espacios públicos que todos utilizamos y donde parte de nuestras vidas se desarrollan. Es también un tema de igualdad. De igualdad en el acceso de oportunidades laborales que el Estado ofrece.
Se podría incluso expandir el debate a cuál debe ser el papel del arquitecto en la construcción de lo público o mejor aún reflexionar sobre aquello de lo que hablamos cuando hablamos de lo público y qué relación guarda con la arquitectura. Personalmente me inclino por empezar por lo básico y discutir sobre cómo fijar unas mínimas reglas de juego que permitan afrontar un partido con condiciones básicas de igualdad y garantía. No se puede exigir que nuestra selección haga un papel digno en el mundial si nos dedicamos a darle patadas a un balón sin sentido ni estrategia.
Se equivoca quien piense que construir un ámbito disciplinar adecuado será cuestión de dos días. Por el contrario, se presenta como una tarea ardua que chocará con inercias muy negativas enraizadas en la cotidianidad de un sistema corrupto. Con malas prácticas asentadas en la costumbre, con apatía y con intereses que no se dejarán afectar sin ofrecer resistencia. Pero que un partido se presente difícil no significa que no se deba jugar. Eso sí, toca ser pacientes y fijarse objetivos a corto, mediano y largo plazo, y no pensar que las cosas cambiarán de la noche a la mañana. Se trata de una labor titánica pero no por eso inalcanzable.
¿Por dónde empezar? No hace falta hacer grandes proezas, podemos comenzar por hablar, por discutir. Por supuesto que no me refiero a fomentar la inútil queja en “plática de café” que gusta tanto a la profesión, sino debatir seriamente en las universidades, con los colegios de arquitectos, en las revistas, en sitios web y otros medios especializados. Comenzar por discutir sobre qué hacer y cómo hacerlo; por reflexionar sobre cuáles deben ser los primeros pasos y cuáles son los riesgos de no darlos. Discutir es ocioso –en la acepción griega del término- no improductivo.
Hay quien aboga por que toda asignación de un proyecto público se realice a través de concursos abiertos, otros recalcan la necesidad de tener otro tipo de herramientas más eficientes o por incluir en el abanico de opciones los concursos restringidos o por invitación. Hay quien se inclina por otro tipo de licitaciones o por la selección por comité; incluso hay quien defiende que en casos extremos se puede recurrir a la asignación directa. Se trata de comenzar una conversación que nos permita ir construyendo el conocimiento y la masa crítica necesaria para afrontar un procedimiento de esta envergadura, que lo convierta en un punto indispensable de debate al menos en las escuelas de arquitectura, y que sean éstas las que poco a poco vayan expandiendo la problemática a otros ámbitos.
Inscrito de alguna forma dentro de este esfuerzo, el próximo jueves 29 de mayo a las 7:00 p.m. nos juntaremos en el Centro Cultural de España de la Ciudad de México (República de Guatemala #18) a debatir sobre éste y otros temas en una mesa redonda titulada “Concursos”. El evento forma parte de las actividades organizadas a propósito de la presencia de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo en México. Será un foro abierto y gratuito en el cual acompañaré a Victor Alcérreca, en representación de las nuevas generaciones; Antonio Gallardo, quien desde el Colegio de Arquitectos –en su momento- y desde otros ámbitos ha trabajado por implementar la práctica de concursos además de ser un gran conocedor de las implicaciones normativas de éstos; y Felipe Leal, ex-secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México, ex-director de la facultad de arquitectura de la UNAM y jurado recurrente en algunos de los escasos concursos que se han llegado a organizar a México. Ahí nos vemos. No falten.
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