¿A qué costo?

Resulta difícil hablar de lo permanente cuando “la memoria” está presente. De no existir la memoria, los instintos jugarían un papel prioritario en el accionar del ser humano. La memoria nos ayuda a recapitular “esos momentos” que incesantemente –por cualquier razón- permanecen en nuestros recuerdos.

¿Qué recuerdos queremos vivir?, ¿cuáles queremos compartir?, ¿qué recuerdos queremos generar, producir, revelar? Y, valga el pleonasmo, ¿qué recuerdos queremos recordar?

Desafortunadamente para muchos, aún nuestras calles, ciudades y espacios cotidianos, en los que -sobra decir- pasamos la mayor parte de nuestras vidas, son espacios “vacíos” a los que aún les falta ese “algo” que genere e incite a producir un cambio, y no me refiero al cambio interior, sino al cambio que se puede producir en nuestro modus vivendi. Los barrios resultan ser un claro ejemplo de las múltiples posibilidades en las que el ser humano puede interactuar con su entorno pero debe de existir respeto, interés y pasión por generar un proceso que finalmente estimule a producir continuamente algo permanente, o bien una serie de procesos que involucren el intercambio de manifestaciones sociales oportunas, diversas y elocuentes con el espacio mismo.

Es interesante cómo la memoria juega un papel ambivalente, y es que a veces resultaría difícil describir a detalle un edificio que “vivimos” u “observamos” cotidianamente. Sin embargo, existen pocos proyectos y/o instalaciones efímeras con la etiqueta de “en proceso” que, a pesar de que posiblemente no culminarán en algo en específico, le han permitido al usuario grabarlos en su memoria y vivir “un momento” que seguramente permanecerá por el resto de sus vidas. Y esto, desde mi punto de vista, es único y vale la pena apostar por ello, esos “momentos”, esos proyectos en proceso. Porque al final del día, ¿a qué costo vendemos nuestra libertad?, nuestra forma de pensar, actuar, de diseñar. ¿Cuál es el precio?, ¿Cuál es tu precio?

El Fuorisalone Milano Design Week que se llevará a cabo del 8 al 13 de abril del 2014 en la ciudad de Milano en Italia es una clara y única muestra de este tipo de proyectos efímeros o “en proceso”. Un momento, un espacio que permite olvidar lo permanente y te transporta a lo más inusual, lo más innovador y efímero en el plano del diseño y la moda mundial.

Abril 2014, Italia.