Teo Hernández y su cinema-cuerpo
Aline Hernández - 02/03/2015
Por - 06/11/2013
Frecuentemente escucho decir que no existen cosas nuevas, que la originalidad es un discurso romántico más que pragmático. “¡Todo existe ya!, cada diseño es solo la copia de la copia, de la copia…”
Sin lugar a dudas la diversidad de puntos de vista sobre un mismo tema enriquece nuestro campo de conocimiento y ayuda a entender un problema desde diferentes perspectivas. Hoy en día, sin embargo, aún no he encontrado iPods en la naturaleza. Es cierto que el mismo iPod está desarrollado a partir de diferentes componentes que en esencia nacen de la naturaleza misma. No obstante, la transformación o metamorfosis combinada con la creatividad y las técnicas necesarias conforman un producto que no puede ser extraído -con la facilidad de una manzana- de la naturaleza misma. Y es esta transformación o metamorfosis que incrementa la creatividad y funcionalidad de un objeto resultando en un diseño original.
Por otra parte, la importancia y diferencia fundamental entre un diseño original y una copia radica esencialmente en la idea y en el proceso para construirla. La copia de un diseño es generalmente realizada con el fin de mejorar el diseño original en su calidad de material, color, textura, forma, información o funcionamiento. La copia, dependiendo del tipo de contexto y circunstancias en que se genera, no es necesariamente una idea equívoca. Aunque en pocos contextos la copia puede realmente representar un cambio sustancial y genérico en la evolución del producto original. La originalidad por su parte radica en la combinación de diferentes sustantivos: la pasión, el interés, el conocimiento, la necesidad y oportunidad, que a su vez encuentran su punto máximo en un diseño creativo, técnico y funcional.
Un diseño original constituye en esencia la capacidad creativa del individuo o grupo que la proyecta. Esta capacidad creativa comúnmente viene acompañada por la experiencia que puede inclusive no estar relacionada con la disciplina en la que se trabaja, pero cobra importancia en el hecho experimental y funcional. En otras palabras, la técnica es algo que se adquiere a partir de la experimentación, de intentar una y otra vez hasta lograr el objetivo deseado. La creatividad es algo que nace espontáneamente casi sin explicación. Sin embargo, la mayoría de seres creativos tienen en común la experiencia y sus capacidades técnicas o de conocimientos especializados en un área o disciplina específica, las cuales generalmente son aplicadas a otras disciplinas y he aquí la revolución de las ideas. Las ideas originales, hablando del proceso conceptual, no siempre surgen a partir del análisis individual, al contrario comúnmente son producidas a partir de la múltiple colaboración y de la generación de la comunicación de ideas, cualquiera que sean. Esta colaboración de comunicación surge a partir de la necesidad de creación, a priori o a posteriori, la pasión humana radica en la creación.
Inventos como el ipod, el zipper, la licuadora, la rueda o el acordeón, son ideas completamente originales, que en su mayoría surgieron a partir del continuo análisis y observación de la naturaleza o bien de ideas artificiales previamente construidas, pero que en conjunto representan un avance tecnológico y evolutivo en el desarrollo de nuestras capacidades e intereses humanos: la música, el diseño, la moda, etc. La originalidad al igual que las ideas no tienen límites, la importancia radica en la continua búsqueda del conocimiento y sus oportunidades de evolución.