Cuando los números matan la creatividad

Por - 11/04/2017

Si le preguntas a cualquier astrofísico sobre si existe un lenguaje común en el universo, lo más seguro es que te responda que las matemáticas son lo más cercano a esto. Creo que no hay ciencia más objetiva que las matemáticas. No importa en qué país estés, cuál sea tu cultura, religión o género, siempre el valor de Pi será 3.14159…

En teoría, todo pude ser explicado por las matemáticas. Desde la distancia de un lugar a otro, el dinero que tenemos (por no decir el que nos queda), hasta cosas más complejas e interesantes como los misterios que guarda el universo (¿Ya vieron el rollo del Multiverse?) o los secretos que contiene nuestro ADN. Lo que más nos gusta de las matemáticas es que no se prestan para la interpretación. Sería bastante difícil discutir que cuatro no es la suma de dos más dos. En teoría.

Al final, las Matemáticas estudian toda interacción entre cantidades, variables, estructuras y cambios. Un concepto bastante abstracto. Y es por esto que nosotros los humanos inventamos herramientas para entender estas interacciones matemáticas; utilizamos símbolos como los números arábigos para expresarlas.

2+2=4

Otra manera de interpretar las matemáticas es a través de los datos. Un dato es cualquier cosa, desde números, palabras, medidas, observaciones o cualquier descripción.

¿Qué tiene que ver todo esto con la creatividad?

Espérame un momento impaciente lector. Primero un poco de contexto. Hoy en día, muchas de las empresas creativas se basan en datos y números para la toma de desiciones. Desde saber cuántos followers tiene una celebridad, hasta cuántos likes tiene un post de Instagram. Obviamente, entre más información se tenga sobre interacciones de cambios entre cantidades que me puedan dar un like en un post, puedo estar más cerca de la realidad, y esto me puede permitir tomar mejores desiciones. Y aquí viene lo peligroso.

Los números no mienten pero nuestra interpretación de ellos sí. Cualquier persona puede utilizar números y datos para justificar una idea creativa. Y cualquier idea que necesite este tipo de justificaciones, tales como “es que tiene muchos likes” o “tiene más de x followers”, es bastante débil, mediocre y superficial. En vez de crear ideas basadas en likes, deberíamos concentrarnos en qué tanto le pueden importar a la gente. Qué tanto la puede impactar, qué tanto la puede cambiar. Todo lo que está basado en likes al final del día puede ser totalmente reemplazable.

Seth Godin escribió lo siguiente en su blog (y lo trataré de traducir lo mejor posible):

“Nos hicieron adictos a los datos. Los anunciantes quieren más datos. Los Direct Marketers quieren más datos. ¿Quién lo vio? ¿Quién hizo clic? ¿Qué porcentaje? ¿Cuál es la tendencia? ¿Cuál es el rendimiento? Pero hay un grupo que no necesita más datos … Aquellas personas que están haciendo un compromiso a largo plazo, cualquiera que busque hacer arte, hacer una diferencia, desafiar el status quo. Porque cuando estás persiguiendo ese tipo de cambio, los datos son el palo que tus enemigos usarán para empujarte al conformismo. Los datos pavimentan el camino hacia el fondo. Es la manera perezosa de averiguar qué hacer a continuación. Están obsesionados con el corto plazo. Los datos nos llevan a Las Kardashians

¿A qué se refiere Seth Godin con esto? Se refiere a que estos “datos” al final no significan nada. Necesitamos guiarnos más por nuestras ganas de crear cosas diferentes que cambien la vida de las personas. Sea lo que sea que hagamos, nuestra audiencia se tiene que sentir retada, entretenida e inspirada. Y esto no se puede medir con datos. Los likes son solamente un eco al que no deberíamos de darle tanta atención.

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