The ABC of Architects
portavoz - 11/01/2013
Por Sebastián Lara - 05/07/2013
La identidad de un objeto se distingue a primera vista. Sin querer y de manera inconsciente, evaluamos muchísimos factores tales como: forma, textura, peso, comodidad, olor, temperatura, sonido. Por ejemplo, con sólo ver una silla sabemos que es para sentarse, porque en nuestro cerebro coincidió la forma que vemos con la del objeto aprendido como “silla”.
Pero cuando lo que se quiere analizar es la nacionalidad del diseño de un objeto, la cosa se complica y es más difícil distinguirlo. ¿Cómo saber si estamos frente a un diseño mexicano, a uno escandinavo o a uno italiano? Algunos podrían coincidir en que es fácil distinguirlos, tal vez por los aspectos formales, de color o de la calidad en los acabados.
En la experiencia profesional me ha tocado escuchar comentarios como: “es que su diseño no se ve mexicano” y algunos otros como: “esta pieza sí se ve muy mexicana”. ¿Qué atributos se cumplen o no, para ser identificados así? ¿Cómo es el diseño mexicano? No entiendo por qué creer que sólo si tiene grecas, colores de papagayo o forma de anafre podrá ser mexicano, o peor aún, decir que la buena manufactura no es un distintivo del diseño mexicano. Existen ejemplos de empresas como PIRWI, que se distingue mundialmente como un referente de calidad y buen diseño nacional, o las piezas hechas por Héctor Esrawe, que tienen una calidad impecable y sus diseños no son para nada parecidos a lo que estereotipamos como mexicano.
No creo que haya un estilo único para definir al diseño mexicano y así encasillar de un plumazo el trabajo de tantas mentes que tienen diferentes maneras de pensar e incluso metodologías distintas para abordar un problema; sin contar la gran extensión geográfica de nuestro país, que hace que un diseñador de Jalisco piense distinto a uno de Yucatán. El diseño mexicano responde a diversos factores: culturales, geográficas, sistemas de producción, materiales y mecanismos empleados.
Entonces, sin caer en clichés y mexicanismos, no podríamos decir que un diseño es mexicano sólo por parecerlo. Creo que el diseño mexicano es simplemente el diseño hecho en México, sin descartar a los extranjeros que trabajan y diseñan en nuestro país, donde las costumbres y la cultura empapan a quienes viven en él.
La historia del diseño mexicano se ha escrito con muchos nombres de extranjeros como: Clara Porset, Peter Murdoch, Gui Bonsiepe, Pedro Friedeberg, quiénes con su creatividad y la manufactura del país, generaron objetos que trascendieron a la historia como piezas de diseño mexicano. Sin temor a equivocarme lo que en realidad distingue al diseño mexicano es su creatividad, resultado del gran bagaje cultural e histórico debido a la diversidad de paisajes, clima, etnias que conforman nuestro país.
En la actualidad con la globalización, el internet, las redes sociales y los medios de comunicación es difícil decir que la inspiración de un diseño pertenezca exclusivamente a alguna localidad, porque los estímulos son tan variados como las fuentes para recibirlos. Entonces, ¿estaremos caminando todos sin saber hacia un diseño global alejado de su carácter regional? Creo que está en cada uno de nosotros los diseñadores, encontrar el punto medio entre la cultura a la cual pertenecemos como mexicanos y el acontecer mundial del diseño.
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